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Cerrado y cargado

Hoy en día estamos acostumbrados a que muchos productos estén controlados digitalmente. Desde la lavadora hasta el coche, los microordenadores se encargan de innumerables tareas por nosotros, y ahora la humilde taquilla no es diferente. En lugares como parques de atracciones y estaciones de tren, las antiguas taquillas que permitían un único acceso por un par de monedas son cada vez más raras, sustituidas por sofisticados modelos electrónicos con pantallas digitales, lectores de tarjetas de crédito, impresoras de recibos y mucho más.

Taquillas electrónicas sin llave

Smarte Carte es uno de los fabricantes de estos sistemas de taquillas, que incorporan tecnologías como el acceso mediante escáner biométrico de huellas dactilares, pulseras RFID/código de barras y códigos PIN. La empresa ha intentado que las taquillas sean lo más cómodas posible para el usuario y, según el modelo, aceptan monedas, billetes o tarjetas de crédito, muestran las instrucciones de alquiler en varios idiomas e imprimen recibos. La función de entrada múltiple es ideal para el uso diurno en estaciones de esquí o parques de atracciones, ya que permite a los usuarios entrar en su taquilla tantas veces como deseen, mientras que sólo pagan el alquiler de la taquilla una vez.

La empresa también ha tratado de ofrecer ventajas a los operadores, como la eliminación de los costes de sustitución de llaves, una reducción de los costes de mantenimiento de hasta el 90%, la posibilidad de detectar y ejecutar las taquillas vencidas (aumentando así los ingresos) y una reducción de los robos gracias a la auditoría informatizada de las transacciones. Las taquillas también pueden supervisarse desde el centro de alquiler de taquillas o desde una ubicación remota, con vigilancia completa de la actividad en tiempo real, alarmas activas y registro de accesos. Las características de seguridad de las taquillas son tan sofisticadas que el sistema ha sido aprobado por la Administración de Seguridad en el Transporte para su uso en aeropuertos estadounidenses.

Smarte Carte tenía que encontrar una impresora para el sistema de taquillas que pudiera generar recibos de pago e imprimir los números PIN utilizados en las versiones de acceso con PIN, cumpliendo al mismo tiempo los requisitos de la empresa de un funcionamiento uniforme y sin atascos y el máximo tiempo de actividad. Tras investigar un poco, eligieron al fabricante alemán de impresoras térmicas Hengstler y se decidieron por la impresora C-56.

Diseñada para papel de 58-60 mm de ancho, la impresora utiliza un número mínimo de piezas móviles para tratar de maximizar la fiabilidad. La eliminación de un presentador simplifica el funcionamiento de la impresora y reduce el coste, mientras que el amplio rango de temperaturas de -30°C a +70°C la hace ideal para su uso en exteriores. La velocidad de impresión de 220 mm/seg pone a los usuarios en camino rápidamente, y el sistema de alimentación de papel ampliamente probado minimiza los atascos, mientras que la función de carga automática y el uso de un soporte de papel no axial hacen que la sustitución del papel sea rápida y sencilla.

Introducida primero en el sistema SL 1000, tras un año de servicio Smarte Carte amplió el uso de la impresora C-56 para incluir su producto SL 3000, informando de que la C-56 respalda la fiable reputación de las taquillas Smarte Locke.